El universo, tras un conjunto de rectas y curvas, fluye por movimientos que congelamos de viejos a nuevos trazos. Qué diminutos al compararnos, qué inacabables de tanto que conservamos. Que así como desaprender, debemos dejar desprender (nos).
Así se vuelve él esclavo de su historia, un apego que guarda al retrato ya después de quebrado, después incluso del sentimiento mismo de haberlo creado. Abre su ventana, maneja información, la voltea, un click y otro (en este nueva era), lo oculta a ratos. Busca en su interior sin lograr vaciarse de sí, un recuerdo vano que le enferma la vista, la voluntad.. hasta la vida.
Es cruel con su camino, egoísta con su renacer, un disfraz que pone por destino.
Sanar no es limpiar ramas, es cortar raíces. No por un ojo extraño, sino por los propios pasos. Es de vivir, no cargar adornos innecesarios, palabras contaminadas, momentos contrarios. Renovar (se) y convertir el "es que fue" en "seré" por medio del HOY que va pasando. No se trata de aquel juego al gato y el ratón, sino dejarse llevar a ojos cerrados por el sendero que tanto deseamos.
Despojar (se) el ayer y transformarlo en el hoy, despojar (se) la piel y conservar la magia del interior, desprender (nos) el todo de la "nada" siempre nos cae bien.
Desprendizaje... podría llamarlo Crecer.
Así se vuelve él esclavo de su historia, un apego que guarda al retrato ya después de quebrado, después incluso del sentimiento mismo de haberlo creado. Abre su ventana, maneja información, la voltea, un click y otro (en este nueva era), lo oculta a ratos. Busca en su interior sin lograr vaciarse de sí, un recuerdo vano que le enferma la vista, la voluntad.. hasta la vida.
Es cruel con su camino, egoísta con su renacer, un disfraz que pone por destino.
Sanar no es limpiar ramas, es cortar raíces. No por un ojo extraño, sino por los propios pasos. Es de vivir, no cargar adornos innecesarios, palabras contaminadas, momentos contrarios. Renovar (se) y convertir el "es que fue" en "seré" por medio del HOY que va pasando. No se trata de aquel juego al gato y el ratón, sino dejarse llevar a ojos cerrados por el sendero que tanto deseamos.
Despojar (se) el ayer y transformarlo en el hoy, despojar (se) la piel y conservar la magia del interior, desprender (nos) el todo de la "nada" siempre nos cae bien.
Desprendizaje... podría llamarlo Crecer.